Pequeños pedazos de Galicia

Os voy a hablar de las pequeñas reliquias que nos identifican, que hacen de Galicia un lugar mágico y sorprendente, lleno de secretos y de cultura. 
Creo que no existe nadie en la Tierra que no haya oído hablar de los duendes, esas pequeñas criaturas de menos de medio metro de altura que juegan y revolotean por los bosques gallegos, llenos de energía y de ingenuidad, caracterizados por sus vestimentas coloridas . 

 Estas pequeñas criaturas defienden a los mágicos seres de cualquiera ataque, son los encargados de que los bosques no se queden sin esas reliquias que allí viven. Las cuales solo podemos ver si realmente creemos que existen. 



Los duendes verdes se afanan en retocar las hojas de los castaños, pulir las de los robles, abrillantar la hiedra...Existen duendes transparentes,blanquiazules, de múltiples y variadas tonalidades pero trabajan unidos, todos a una pero cada cual a lo suyo. 

Pero en Galicia también existe otros seres que tiene sus orígenes unos cuantos siglos atrás. Estos son las meigas, mujeres adoradoras del diablo que con sus ritos pueden hacer maleficios. Generalmente vuelan a caballo de una estaca de las que se usan en los laterales de las carreteras o carros (llamadas estadojo)
Por lo general la gente las teme o las rechaza pero a veces, las buscan para que les curen algún dolor o para descubrir su porvenir. 

Su actividad es mucho más intensa en las noches de San Juan y San Silvestre. En esta última, al sonar las doce campanadas del cambio de año,suele arrojarse un cubo de agua por la puerta, al grito de "¡San Silvestre, meigas fora!", lo que asegura un año libre de "meigallos"

La inquisición persiguió durante mucho tiempo a las meigas, no sólo en el reino de Galicia, sino también en toda España y en Europa. En los interrogatorios, se utilizaban terribles torturas para obtener una confesión satisfactoria de la acusada, que la mayoría de las veces acababa con sus huesos en la hoguera.